martes, 31 de enero de 2012

doce

"Te propongo algo, dijo. Voy a darnos una oportunidad. La última de todas. Nos hemos dado mil tiempos y oportunidades. Ya es hora de zanjarlo todo. Mañana, a las doce de la noche, quedaremos en mitad del puente. Si aún tienes esperanzas en esto, en que esto funcione, ve. Si te has cansado de intentarlo, no acudas. Yo haré lo mismo. Si no vas, ésta será la última vez que nos veamos. No nos buscaremos, ni nos llamaremos ni intentaremos cruzarnos con el otro. Seguiremos separadamente nuestras vidas. Si no vas, tampoco sabrás nunca si yo acudí. Si yo no voy, también será hoy la última vez que nos veamos. Tampoco nos buscaremos, ni nos llamaremos, ni intentaremos cruzarnos, seguiremos cada uno por separado. Si no voy, tampoco sabré nunca si tú llegaste a acudir. Pero si decido ir, y por alguna razón me encuentro allí contigo, ya no habrá vuelta atrás. Sabrás que te quiero, que siempre te he querido y que no quiero perderte. Yo también sabré que me quieres y que siempre ha sido así."

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